Todos hemos sentido estrés en el trabajo: antes de una presentación, al entregar un informe con fecha límite o al asumir un nuevo reto. Pero, ¿sabías que no todo el estrés es negativo? En psicología diferenciamos entre eustrés, que nos activa y motiva, y distrés, que nos desborda y puede afectar gravemente a nuestra salud.
Eustrés: el estrés que impulsa
El eustrés es la respuesta de activación que nos ayuda a rendir mejor. Nos hace estar más atentos, creativos y enfocados. Por ejemplo:
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Preparar una reunión importante con motivación.
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Sentir la adrenalina de un proyecto desafiante.
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Enfocarnos más y ser productivos bajo cierta presión.
El eustrés nos moviliza hacia la acción y suele ir acompañado de satisfacción al lograr la tarea.
Distrés: el estrés que bloquea
El distrés aparece cuando la presión supera nuestros recursos de afrontamiento. En lugar de motivar, desgasta, bloquea y paraliza.
Sus señales incluyen:
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Fatiga constante que no mejora con el descanso.
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Irritabilidad y dificultad para concentrarse.
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Problemas de sueño, tensión muscular o migrañas.
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Pérdida de motivación e incluso apatía hacia el trabajo.
A largo plazo, este tipo de estrés puede derivar en ansiedad, depresión o burnout.
¿Cómo distinguir entre eustrés y distrés en el trabajo?
Una pregunta clave es:
¿este estrés me ayuda a avanzar o me está frenando?
Si te activa, te mantiene enfocado y al finalizar la tarea sientes alivio y satisfacción → es eustrés.
Si te bloquea, genera agotamiento y la sensación de que “no llegas nunca” → es distrés.
El psicólogo Richard Lazarus (1984) ya señalaba que la diferencia depende de cómo valoramos la situación y de los recursos con los que contamos para afrontarla.
Tips para gestionar el distrés en el trabajo
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Escucha tu cuerpo: el cansancio extremo y los síntomas físicos son señales de alarma.
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Gestiona tu tiempo: prioriza y organiza para no acumular tareas imposibles.
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Pon límites: aprende a decir “no” cuando la carga sea excesiva.
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Recupera energía: haz pausas, descansa y cuida tu vida personal.
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Habla y pide apoyo: compartir con compañeros o buscar ayuda profesional marca la diferencia.
Estrés sí, pero con medida
El estrés forma parte de la vida y no siempre es negativo: puede ayudarnos a crecer y dar lo mejor de nosotros. El reto está en aprender a identificar cuándo se convierte en un límite que afecta a nuestra salud y actuar antes de que llegue a ser incapacitante.
Si sientes que el estrés laboral te sobrepasa, la terapia puede ser un espacio para aprender nuevas herramientas de afrontamiento.
Estaré encantada de acompañarte en este proceso.
Puedes contactarme a través de mi pagina web aquí para más información o para agendar una cita.
Tu bienestar es importante.
No tienes que pasar por esto solo o sola.
Tu mano amiga.

