Ansiedad en el entorno laboral: cómo se manifiesta

La ansiedad está compuesta de distintas emociones, principalmente miedo, que cumplen una función: prepararnos para afrontar retos o situaciones de riesgo. Por lo que en un principio no tiene porque ser algo limitante.

El problema aparece cuando esta ansiedad deja de ser puntual y empieza a instalarse en el día a día, afectando a la concentración, la motivación y el bienestar. En el contexto laboral, esta situación es más frecuente de lo que parece.

 

Ansiedad o estrés: ¿son lo mismo?

Aunque a menudo se confunden, no lo son.

  • El estrés surge como respuesta a una demanda concreta (un proyecto con fecha límite, una reunión importante…). Puede remitir al desaparecer la presión.

  • La ansiedad laboral es más difusa y persistente: incluso sin una amenaza clara, la persona sigue en alerta, preocupada y con síntomas que interfieren en su desempeño.

El psicólogo Aaron Beck, referente en terapia cognitiva, destacó cómo la interpretación que hacemos de las situaciones influye directamente en la intensidad de la ansiedad.

Señales de ansiedad en el trabajo

Cada persona la experimenta de forma distinta. Algunos síntomas frecuentes son:

  • Físicos: tensión muscular, palpitaciones, sudoración, dificultades para dormir.

  • Cognitivos: pensamientos anticipatorios (“seguro que va a salir mal”), dificultad para concentrarse, bloqueo mental.

  • Emocionales: sensación de miedo, irritabilidad, inseguridad.

  • Conductuales: evitar reuniones, procrastinar, ausentismo laboral.

Lo importante no es tanto que estos síntomas aparezcan alguna vez, sino que se repitan y lleguen a limitar el desempeño o el bienestar.

Factores que la alimentan

  1. Sobrecarga de tareas y plazos poco realistas.
  2. Falta de control sobre las decisiones o el modo de trabajar.
  3. Clima laboral tenso o con escaso apoyo.
  4. Inseguridad laboral: miedo a despidos, cambios constantes o precariedad.
  5. Autoexigencia excesiva: no permitir errores ni descanso.

La ansiedad suele nacer de la interacción entre estos factores externos y la manera en que cada persona los interpreta y afronta.

 

Consecuencias de no atenderla

Ignorar la ansiedad laboral no la hace desaparecer. A medio y largo plazo puede generar:

  • Disminución del rendimiento y la motivación.

  • Conflictos interpersonales en el trabajo.

  • Aislamiento social.

  • Problemas de salud física (hipertensión, problemas digestivos, cefaleas).

 

¿Qué hacer ante la ansiedad laboral?

  • Reconocer las señales tempranas: escucharte antes de llegar al límite.

  • Higiene laboral: marcar pausas, diferenciar horarios de trabajo y descanso.

  • Reestructurar pensamientos: cuestionar creencias rígidas como “tengo que hacerlo perfecto” o “si fallo, me despiden”.

  • Apoyo social: compartir con compañeros de confianza o buscar ayuda externa.

  • Cuidado personal: ejercicio, sueño, alimentación equilibrada y técnicas de relajación.

El psicólogo Albert Ellis, creador de la Terapia Racional Emotiva, señalaba que lo que más nos perturba no son las situaciones en sí, sino las creencias rígidas que mantenemos sobre ellas.

Pedir ayuda no es un fracaso

 

Sentir ansiedad en el trabajo no significa que no valgas o que seas débil. Es una señal de que algo en el entorno, o en tu manera de relacionarte con él, necesita un ajuste.

Si sientes que estas en un momento de ansiedad laboral, que empieza a limitarte en tu desarrollo personal y laboral, la terapia puede ser un espacio para aprender nuevas herramientas de afrontamiento y construir la vida equilibrada que mereces.

Estaré encantada de acompañarte en este proceso.

Puedes contactarme a través de mi pagina web aquí para más información o para agendar una cita. 

Tu bienestar es importante.

No tienes que pasar por esto solo o sola.

Tu mano amiga.


Beatriz Ruiz

Psicóloga general sanitaria, experta en inteligencia emocional y coaching, con formación en terapias y técnicas de 3ª generación.